El lenguaje de la montaña
¿Cómo encontrar tu propio lenguaje para ofrendar y agradecer a la montaña?
Camila Cardenas
10/11/20241 min leer
En la entrada del templo hay ofrendas de dulces, flores y alimento. Me pregunto qué tengo yo para dar, busco entre mis bolsillos y están vacíos. Si tuviera algo, ¿qué sería? me enredo entre algún pensamiento que me lleva a alguna piedra o a alguna semilla. ¿Qué es lo que realmente quiero dar?
¿Cuál es la ofrenda que ofrezco a este pequeño templo que se parece más a la montaña? ¿O qué ofrezco a la montaña que se parece más al templo? ¿qué es lo que la profundidad de mi ser tiene para dar como agradecimiento? Me quedo por un momento en silencio, sin saber cómo hablarle a la montaña que he empezado a sentir se comunica con mis montañas de los Andes. Últimamente me gusta sentir la comunicación entre ellas, lo imagino a través del aire, aunque es cierto que sería más lógica la comunicación subterránea. Pero la comunicación a través del aire me permite sentir una suerte de vibraciones, que en algunos momentos se entrecruzan con mi cuerpo. Entonces ahí me doy cuenta que efectivamente se están comunicando. Pongo entre las ofrendas mi corazón, le hago campo y lo ubico en el medio, entre esa ofrenda dulce que es mi favorita y alguna otra que no reconozco. Prasad es el nombre que toman esas ofrendas. En sánscrito traduce regalo de Dios.
Luego mi corazón que estaba en medio de todas las ofrendas empieza a nacer en la forma de mi propio lenguaje, el movimiento es lo que tengo para dar, es mi forma de decirle a la montaña que la quiero. Cuando extraño a mis montañas de los Andes, ellas me mandan ríos subterráneos que hacen que el agua de las cascadas llegue más fria y ese es también el lenguaje de la montaña, su propio Prasad, su propia ofrenda, en su propio lenguaje.
CAMILA CARDENAS (PsychologistAND YOGA TEACHER)